Dejaré
para analistas más avezados la elucubración de las razones de la elección de un
papa latinoamericano y por sobre todo argentino. Sin embargo luego de más de 100
días de pontificado Francisco va marcando con gestos y con palabras sencillas
la Iglesia que quiere para estos tiempos y para el futuro. En realidad quiero
en estas líneas hablar de fútbol y los curas
Este
Papa asombra con sus actos y gestos al mundo. Los gestos del Papa Francisco son
parte de un mensaje, a veces a diario, que nos llegan a todos desde en el nuevo hogar
vaticano del que fuera el Cardenal Bergoglio. Y esos gestos lo muestran al Papa
estar atento a los detalles, como lo es el caso del guardia suizo al que le
alcanzó la silla para que descansara, o el caso de que hoy duerme en la misma
casa que lo recibió primero como cardenal y luego como pontífice. O el mostrarse
como un par entre pares con sus hermanos cardenales viajando en un micro. En
conjunto y cada uno de estos gestos nos quieren decir mucho más a todos.
Pero
no todo es gestual en el Papa Francisco también sus palabras van calando en
forma profunda como Pastor de la feligresía y al mundo entero. Un Papa que nos hace
reflexionar cuando les dice a los sacerdotes, a todos los dirigentes y a todos los
cristianos “quiero pastores con olor a
oveja”. Ah pero hablar sobre los pastores que tienen o no tienen olor a
oveja merece una reflexión aparte y que en este caso dejamos para otro momento.
Por qué en realidad quiero en estas líneas hablar de fútbol y los curas
Esa
es la pretensión al delinear algunas palabras sobre los curas y el fútbol. Esta
intención empezó a rondar en mi cabeza cuando apareció la camiseta del Club San
Lorenzo de Almagro con la imagen del rostro del Papa Francisco. Y más aún el
Papa es socio del club San Lorenzo
Allá
por 1908 con el ofrecimiento del Padre Salesiano Lorenzo Massa, a un grupo de
muchachos para que jugaran dentro del Oratorio de San Antonio comienza la
historia del Club Atlético San Lorenzo de Almagro. La invitación del Padre
Lorenzo a esos jóvenes tenía la condición de que este grupo asistieran a misa
los domingos.
Desde
aquella invitación del Padre Lorenzo son innumerables los sacerdotes que han puesto
como puerta de entrada a sus parroquias una cancha de fútbol. Así a mí
personalmente no me queda otra opción que observar mi propia historia
ingresando a la Parroquia Sagrado Corazón, de Lomas de Zamora, donde en el año
1978. En ese año me veo jugando al fútbol en la cancha que está aún detrás del
templo. El Párroco era por entonces Nicolás Lavolpe quien 70 años después al
igual que el Padre Massa utilizó la pasión por el fútbol como una forma de
ingreso a la vida de la fe.
Muestras
más muestras menos es sabido que la Argentina ha sido traspasada a lo largo de
su historia por la pasión por el fútbol. Los hombres que Dios elige para ser
pastores de su pueblo son producto de ese mismo pueblo. Y miramos nuestro país la
Argentina mayoritariamente es un pueblo futbolero.
Muchos
sacerdotes y pastores son futboleros en la Argentina. Esto no es ninguna novedad,
lo que constituye una verdadera novedad es que el Papa es un futbolero. Hoy ya
es un peregrinar de planteles y jugadores de futbol para entrevistarse y
entregarles camisetas de todos los colores y de más de una nación. Esto lo convierte
al Papa hoy en uno de coleccionistas más populares en el orden mundial de camisetas
de futbol.
Solo
enumerare algunas, la primera indudablemente la de San Lorenzo, el Inter, Juventus,
Racing Club, Atlanta, Barcelona, selección española, selección argentina, y por
supuesto la de Leonel Messi, y la lista sigue.
Cada
uno de los lectores podrá en sus recuerdos encontrar al cura de su barrio o
aquel con el que alguna vez tuvo contacto. Cuantas veces hablar de futbol
permitió acercarnos en las cosas sencillas y para romper la formalidad de algún
momento.
El
futbol se convierte también la puerta de entrada en el trabajo social y en ese
orden podemos nombrar el caso del Padre Juan Gabriel Arias, quien forma parte
de la comisión directiva de Racing Club de Avellaneda y que se encuentra a
cargo del Departamento de Racing Solidario.
Padre Juan Gabriel Arias
Responsable del Departamento de Racing Solidario
El
fútbol u otro deporte sirven y han servido como instrumento pastoral. Es y será
el deporte un modo para acercarse al otro en cualquier momento y luego dar paso
para hablar de cosas mucho más profundas en más de una oportunidad.
El
Papa Francisco hace pocos días dijo "No
hay que temer de renovar las estructuras de la Iglesia", aunque se refirió
a otro tema es válido comprender que también se refiere a las estructuras
internas que todos tenemos. Cuantas veces en pos de realizar un trabajo de
cualquier orden la vorágine de alcanzar objetivos se impide y nos impedimos compartir
las cosas de simples de la vida.
Nuestro
Papa nos muestra su sencillez con sus gestos y el Papa al igual que muchos
sacerdotes comparten lo cotidiano al compartir las cosas más sencillas con los
que lo rodean y con todos los cristianos y los que no lo son; pero todo eso no
lo aleja en ningún momento de hablar de cosas importantes.
El
Padre Lavolpe, el Padre Massa, el Padre Juan
Gabriel Arias, muchísimos sacerdotes y el mismo Papa nos muestran que desde la
sencillez, de la vivencia de la pasión del más popular de los deportes se puede
acercarse al otro para llevar el mensaje y el servicio. Pero como se dice
siempre eso de que nadie da lo que no tiene, estos sacerdotes que además de ser
pastores son futboleros.
No
podría terminar estas líneas sin dejar de referirme al monólogo en el personaje
que interpreta Francella en la película “El secreto de sus ojos” cuando dice: “…
Una pasión es una pasión… El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de
familia, de novia, de religión, de dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar
Benjamín. No puede cambiar de pasión"
Eduardo Piedrabuena
Fuentes:
www.racingclub.com.ar/racingsolidario

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